Las Parábolas de Cristo no. 44

Contando el Costo

Domingo, 27 de junio de 2004

Rev. Brian Kocourek

 

Esta mañana tomaremos nuestro mensaje de la Parábola de Cristo que se encuentra en el Libro de Lucas capítulo 14, y los versos 25 – 33. Esta parábola trata del asunto de contar el costo.

 

LUCAS 14: 25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. 28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, 30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. 31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz. 33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

 

A mí me gustaría titular esta parábola, “Contando el Costo,” Porque en esta parábola Jesús empieza hablando de la familia y cómo debemos tener la actitud que aquel Cristo la Palabra debe estar primero aún antes que la familia.  Dijo, 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Ahora, la palabra que se ha usado fue traducida como la palabra aborrecer que es la palabra griega Miseo, el cual se traduce mejor como la palabra “detestar.” Y significa a “detestar intensamente,” o a “aborrecer.”

 

Ahora, Ud. puede estar preguntándose a sí mismo ¿qué significa eso? ¿Por qué Jesús nos dice que debemos detestar a la familia, y sí mismos? ¿Por qué Jesús dice a menos que detestemos a la familia y sí mismos no puede ser mi discípulo? ¿Por qué? Porque esas son las normas que se toman para ser un verdadero discípulo de Jesucristo. Esa es la actitud que se toma para ser el tipo de discípulo que Jesús busca. Se debe tener la actitud, “si vivo o muero, hundirme o abajo” esta Palabra significa más para mí, que todo lo demás.

 

Pero hoy en las iglesias no encontramos ese tipo de cristianos. El cristiano de este día moderno se ha vuelto tan blando y así que deseando el deseo que han puesto la familia antes que a Dios y Su Palabra. Hoy tenemos programas que ponen el énfasis en enfocar en la familia, en lugar de enfocar a Dios y Su palabra, parece que más iglesias del mensaje predican hoy más sobre la familia que predicar sobre Jesucristo.

 

Nuestro enfoque debería estar en Cristo y Su Palabra, en lugar de enfocar sobre la familia. Y debido a tal influencia la familia se ha vuelto abandonado acerca de materias espirituales. En lugar de poner nuestro enfoque en Cristo la Palabra, los púlpitos han puesto el enfoque sobre la familia, y hoy se ha llevado a la caída de la iglesia.

 

Cuando una persona joven va descaminado de la Palabra de Dios las Iglesias se vuelven un ojo ciego, y no le dicen nada a esa persona. Los padres no dicen nada a los hijos que tratan de mantener a la familia junto, y en lugar de que la familia se quede junto, flota fuera de todas maneras. ¿Y porqué es eso? Porque el enfoque no está en lo que es eterno, sino sobre aquello que es temporal. Cuán bien hace en enfocar sobre un hijo que es voluntarioso si su enfoque no es traer al hijo de vuelta bajo la protección de la Palabra. 

 

Si su enfoque es sólo mantener junto la familia, entonces su enfoque debería estar en Cristo la Palabra, porque la familia que pide junto, se queda junto.

 

Sin embargo yo pienso, que se ha vuelto muy claro sobre los años cuando hemos observado que muchas familias vienen y van que la razón principal de irse de esas familias es la salida de sus hijos de caminar en los mandatos de Dios. Los padres dejan que las cosas se produzcan en el hogar que no es conducente al permanente Espíritu del Dios Vivo en ese hogar, y muy pronto los hijos empiezan a probar a los padres para ver cuán lejos ellos pueden ir más allá de los límites que Dios ha establecido para la familia y para cada individuo.

 

A los hijos les gusta cualquier ser mortal que requiere límites. Ellos necesitan saber qué es lo que se puede y no se pueden hacer. Requieren esos límites reforzados, y cuando no se dan fuerza a esos límites, buscan límites nuevos que se dará fuerza.

 

Es por esto que vemos demasiado gente joven cortándose ellos mismos, y mutilándose su carne y tatuándose ellos mismos, y punzándose hoy ellos mismos. Es porque ellos buscan el Amor, y Amor es correctivo. Siempre es correctivo. Pero la mayoría de los padres no quieren ningún conflicto y para arreglar los conflictos sólo vuelve un ojo ciego a lo que está sucediendo. Pero los hijos quieren ese conflicto porque ese conflicto es una convicción para que ellos tengan a los padres que los aman y se concierne por su seguridad y bien estar. 

 

Y así que en lugar de enfocar sobre la Palabra de Vida, las iglesias predican “enfoque sobre la familia,” y eso ha creado que muchas familias donde los anhelos de los hijos vienen antes que de los anhelos de Dios. Así que los deseos de los hijos vienen antes que los deseos de Dios. Los hijos vienen antes que la Palabra de Vida. Si el hijo no quiere asistir a la iglesia, el padre les permiten que se quedan en casa. Y de hecho cuando el hijo viene a la iglesia y el padre tiene que literalmente hacerse cargo de la vida de ese hijo, para dirigir al hijo incorporar y comportar, el hijo que sabe que al padre no le gusta la confrontación, actuará de acuerdo de todo los más, sabiendo que obtendrá su propia manera por hacer así.

 

He dicho siempre desde este púlpito que el problema con la juventud hoy no es la juventud, sino los padres. De hecho les he citado que William Branham mostrando que es la delincuencia de los padres que la delincuencia de los hijos ese es el problema. 

 

Ahora, esto no me ha hecho muy popular como un pastor, y de hecho algunos han dicho que no soy un buen pastor porque predico duro y sostengo la línea contra tal, pero díganme donde un pastor verdadero hará algo diferente. Dios odia comprometedores, y si un hombre tiene ciertas convicciones pero sacrifica esas convicciones en favor de no herir los sentimientos de los otros, entonces ese hombre es un hipócrita, y un político, no un pastor. William Branham nos enseñó que debemos sostener a la Verdad aun cuando nos cueste una congregación. Él dijo, yo preferiría predicar a los cuatro esquinas de la iglesia en lugar de comprometer sobre la Palabra de Dios. Y así haría cualquier pastor lleno del espíritu verdadero hacer lo mismo.

 

Recuerde, que somos enseñados por el Apóstol Pablo que “Jesús aprendió  la obediencia por las cosas que él sufrió.”  Y el mismo Apóstol nos enseñó que “cada hijo que Viene a Dios debe primero ser hijo entrenado.” 

 

HEBREOS 12: 5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él. 6 Porque el Señor al que ama, disciplina,Y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquellos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

 

Para disciplinar a su hijo Ud. debe ser primero disciplinado. Y disciplina toma trabajo. No es fácil.  Una falta de disciplina por parte del padre da por resultado una falta de disciplina por parte de su hijo. Recuerdo recibiendo ese consejo como un padre joven. Si Ud. dice al hijo hacer algo o no hacer algo, entonces esté bien preparado para levantarse su silla cuando ese hijo desobedece lo que Ud. los ha dicho. Si Ud. luego sus palabras empezarán a llegar a ser inútil para ese hijo, y las reglas que Ud. ha puesto tendrán un significado muy pequeño para ese hijo.

 

Ahora, la razón que nosotros hijos somos entrenados es para producir en el hijo alguna meta u objetivo que tenemos fijo para ese hijo.

 

La palabra Disciplina se define como: 1. Entrenamiento esperado para producir un carácter específico o modelo de conducta, sobre todo entrenamiento que produce mejora moral o mental. 2. Conducta controlado resultante del entrenamiento disciplinario; auto – control. 3. a. Control obtenido por dar fuerza a complacencia u orden. b. Un método sistemático para obtener obediencia: c. Un estado de orden basado en sumisión a las reglas y autoridad: 4. Castigo pensado para corregir o entrenar. 5. Un juego de reglas o métodos, para regular conducta.

 

Así que Ud. ve, la disciplina se usa para producir en el hijo un resultado pre-ordenado. Y sin la disciplina ese hijo nunca vendrá a ese resultado que es pre-ordenado. Proverbios 22: 6 nos dice Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Ahora, esa es una promesa. Pero si Ud. no hace su parte como un padre entonces su niño no tiene dirección en el cual ir. Dice, Instruye al niño en su camino... Y así que si Ud. tiene un camino que es un curso de la vida, que desea que su hijo vaya por eso, entonces tiene que usar la disciplina para hacer a su hijo. ¿Entonces si el hijo no se lo hace es su falta?

 

Ahora, estudiando la parábola de Lucas 14, vemos a Jesús empezando por hablar de la familia y cómo debemos tener la actitud que Cristo la Palabra debe venir primero aún antes que la familia.  Ese es el camino de la vida, o el curso de la vida que estamos para entrenar a nuestros Hijos. Él dijo, 26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Ahora, nos dice que tenemos tener la actitud que detestamos todo lo que está fuera de la Palabra de Dios. ¿Entonces cómo puede la gente favorecer a sus hijos por encima de la Palabra de Dios? ¿No saben que ellos no son dignos de ser llamados discípulos de Cristo si ellos no ponen la pre-eminencia plena en Él y Su palabra? Él dijo que no pueden ser mi discípulo, y la palabra discípulo viene de la palabra raíz disciplina. Un discípulo es uno que ha sido entrenado completamente o disciplinado en los modos o el curso de vida del amo.

 

Así que Ud. ve sin la disciplina no se puede ser Su discípulo. Y sin disciplina Ud. no puede traer a sus hijos al lugar de discipulado en Cristo.

 

Él dijo para ser un discípulo debe desear su propia cruz. No es una cosa fácil de hacer, este entrenamiento del discipulado. Debe estar deseando contando el costo.

 

Ahora contando el costo significa que usted lejos de lo que costará usted verá lo que valor que recibe.  Ahora, eso debería ser una cosa fácil de determinar. Él dijo si pone a alguien o cualquier cosa delante de mí, entonces se termina. Ud. no puede ser Su discípulo.

 

Entonces nos da dos parábolas cortas mostrando los hombres que tenían que hacer una elección acerca del costo. ¿Es el costo demasiado grande? Él nos dice de un hombre que construye una casa y dice, si él no considera el costo, entonces puede hacer que construya el cimiento pero pronto estará sin dinero y será incapaz de terminar.

Entonces nos dice otra parábola corta sobre un rey que va la batalla. Nos dice que aún antes que la batalla se produce debe contar su costo para ver si lo que tiene servirá para terminar de otra manera la mejor cosa o hacer es mediar la batalla para encontrar alguna solución antes de que sea demasiado tarde.

 

Y yo pienso que tenemos hacer bien lo mismo acerca del Mensaje de la Hora. ¿Creemos que entrando en el llamado nos traerá dentro de la Voz y así mismo en un cuerpo cambiado? O debemos pensar que el Mensaje va sólo a la iglesia. Entendemos qué está para aplicar la Señal, o pensamos que sólo hablando basta crear la atmósfera correcta en su hogar.

 

Hermano Branham nos enseñó hablar no es suficiente, él dijo que tenemos que aplicar la señal.

 

LA SENAL 63-1128E 118 Ahora, vemos que estamos viviendo en las últimas horas, los creyentes deben aceptar toda la Palabra. Noten, no era sólo para reunir y hablar de eso, que todos los judíos vienen junto y dicen, “Ahora, les diré lo que, decirles, amigos. Ud. sabe, creo que Moisés está bien, porque mire, vemos a Dios mismo identificándose con Moisés. Porque vemos que la Columna de Fuego; sabemos lo que ha sucedido. Conocemos todas las identificaciones que Dios le ha dado a Moisés. Correcto. Ud. sabe, él dijo que tenemos que tener la sangre en la puerta. Yo creo eso. Pero, Ud. sabe, después de todo, yo creo que soy tan bueno casi como cualquiera. Soy verdaderamente un judío del convenio. He sido circuncidado y pago mis ofrendas y diezmos en la congregación. Porqué, aún con el sacerdote, como comida con él. Pues, soy un hombre tan bueno como el resto de ustedes.” No ha sucedido eso.

  119 No estamos para llegar a hablar del Mensaje. Venimos juntos para obtener el Mensaje. Y el Mensaje es Cristo; Él es la Palabra. Correcto. Estamos entrando en Eso, entrando en Eso. Sí, señor. Eso es lo que se supone que hemos de hacer. Él no era responsable por ninguna persona fuera de la sangre, nadie; no importaba quien era, no era responsable. Todo lo que tenía que tomárselo no sólo él, sino su familia entera. Ellos sólo están seguros cuando es desplegada la señal. No podemos estar seguros hasta que se despliegue esta Señal. Correcto. Se tiene que venir bajo esta Señal, el Espíritu Santo de Dios. Y despliega a usted Jesucristo, porque viene y vive en usted.

 

LA SENAL 64-0208 67 debemos amarnos el uno al otro durante este tiempo. La iglesia y los creyentes deben ser inseparables. Los creyentes deben separarse de todas las cosas del mundo. Todo lo que es impío, el creyente debe separarse de eso. Noten. No estaban sólo para venir juntos para hablar de eso, y decir “lo creemos.” Vinieron allí para aplicar la sangre, no venir y decir, “Oh, seguro creo eso,” camine al hogar. Ellos tenían que venir y aplicar la sangre, que pueda ser visto la Señal. Obténgalo. Eso es... Hoy, nos sentamos y oímos que el mensaje es predicado. Lo leímos de la Biblia. Decimos “Oh, sí, creo eso.” No es eso lo que Dios requiere. No importa cuanto Ud. lo crea, se tiene que tener. Iglesia, despierte.

 

LA SENAL 63-0901M 35-3 Noten, ellos no estaban sólo para venir allí para hablar del mensaje. Ellos están para aplicar la sangre, para aplicar la señal. Eso es lo que Ud. debe hacer. Pastor Neville, y a esta congregación, administradores, diáconos, a usted hermanos, es tiempo que dejemos a un lado todas las tonterías del mundo, tiempo que dejemos a un lado todo lo demás. Hemos visto bastante ahora, que somos positivos, seguros, y se tiene que aplicar la Señal. Sin eso, Ud. va a perecer; debe perecer. Esa es la única cosa. Oh, no venga, y diga, “lo creo.” Obténgalo. Entre. ¿Cómo hacerlo? Por un Espíritu somos todos bautizados en el Cuerpo de Jesucristo. Todos crean con todo su corazón. ¿Ven? Él no era responsable por ninguno fuera de aquello.