¿QUIEN
ES ESTE MELQUISEDEC? #32
La
Vieja Naturaleza
2 de
Enero del 2000
¿QUIEN ES ESTE
MELQUISEDEC? 65-0221E 52 Ahora, le encontramos en el principio, Sus atributos. Y ahora,
Ud. estaba con Él entonces. Entonces es cuando el Libro de Vida aparece. Ahora,
lo leímos aquí en Revelaciones el capítulo 13, el octavo verso, que la bestia
que se levanta sobre la tierra en estos últimos días engañará a todos éstos pueblos sobre la tierra cuyos nombres no
fueron escritos en el Libro de la Vida del Cordero antes de la fundación del
mundo.
El domingo examinamos la decepción y lo que yo llamé la más
grande decepción que lo cual es ser engañado pero no saberlo. Mostramos cómo es
que el elegido no puede ser engañado porque ellos tienen la Simiente de Dios
viviendo en ellos. Sin embargo, todo el resto del mundo sera engañado, pero
entonces debemos preguntarnos cómo esta gran decepción es permitida tomar
lugar, y encontramos nuestra respuesta que las personas se engañan a si mismo,
porque ellos quieren ser engañados.
En Gálatas 5:17, encontramos un principio que es parte de cada Hijo Elegido o
Hija de Dios desde la caída de Adán. "Porque el deseo de la carne es
contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, y estos se oponen
entre si, para que no hagáis lo que quisiereis"
El cristiano nominal puede imitar cada experiencia que el
cristiano Verdadero tiene salvo esta experiencia que vemos en Gálatas capítulo
cinco. En cada cosa sino esta el mero profesor puede imitar al verdadero hijo
de Dios: y es ésto lo que distingue a la meramente persona religiosa del
cristiano real. Cada verdadero hijo de Dios siempre experiencia este conflicto
dentro como Pablo lo describe en Gálatas capítulo cinco así como en el capítulo
siete de los Romanos. Pero no cada hijo de Dios entiende la doctrina acerca de
ésto. Para tener la experiencia sin conocer la doctrina es la fuente fructífera
de confusión, desinquietudes, y desaliento. Conocer la doctrina y no tener la
experiencia es fatal, y significa un desastre eterno. El sólo remedio para ésto
es aprender, directamente de la Palabra de Dios, todo lo que se enseña allí
acerca de l naturaleza heredada a través de la generación por Adán, y la
naturaleza dada a través de la re-generación por Dios. Esto solo puede darle el
verdadero conocimiento al creyente acerca de "la habilidad de Dios";
y la llave a sus experiencias que son por otra parte inexplicable para él.
Cuando la doctrina de las dos naturalezas son entendidas claramente, entonces,
antes lo que era la causa de duda no solo queda alejado, sino que llega a ser
la tierra de convicción; y es, de hecho, la mejor convicción que uno puede
tener aun la habilidad de Dios, y que Dios ha empezado realmente en él la buena
obra la cual Él se perfeccionará
completara a Si Mismo (Filipenses 1:6).
En Juan 3:6 que leímos, "Lo que es nacido de la carne;
carne es; Y lo que es nacido del Espíritu es espíritu." Aquí, vemos la enseñanza del Señor Jesús una doctrina
fundamental. Pero el hombre natural no lo recibirá. Esta doctrina declara eso,
por naturaleza, descendemos del Adán caído; y nacidos del carne, debemos poseer
la naturaleza procreadora. En Juan 6:63 Jesús declara que esta carne, "para
nada aprovecha"; y Pablo más allá
expone en (Rom. 7: 18) que en este carne "no mora ninguna cosa
buena." Pero, esta doctrina el
hombre no lo recibirá.
Las Características le dan
nombre a la vieja naturaleza
1) En Juan 3:6 es llamado la carne. "El que es nacido
de la carne es carne." Acerca de este
Carne, somos dichos por Pablo en Romanos 8:8: "No puede agradar a
Dios." Y en Juan 6:63 Jesús dijo, "para nada aprovecha:" y
de nuevo en Romanos 7:18 Pablo dijo, que no hay en él "ninguna cosa buena:"
Ahora ésta es una enseñanza doctrinal muy importante y en
verdad esencial, si estamos para entender la salvación y cómo vencer. ¿La
pregunta real es: lo creemos? ¿Creemos a Dios o creemos al hombre? Si creemos a
Dios, entonces veremos que la gran mayoría de "adoradores públicos"
es vanidad. Adoración verdadera debe ser totalmente del espíritu, o la nueva
naturaleza. Tenemos que decir como Maria: "Mi alma te magnifica Oh Señor, mi espíritu se regocijó en Dios mi
Salvador."
Es sólo como salvos que podemos rendir Adoración en verdad. Si
la carne de sí misma "para nada aprovecha," entonces está claro que
no podemos rendir Adoración a Dios con cualquiera de los sentidos (los cuales
todos pertenecen a la carne). No podemos rendir Adoración con nuestros ojos por
contemplar un sacramento. No podemos rendir Adoración con nuestras narices por
el humo del incienso. No podemos rendir Adoración con nuestras orejas por
escuchar una música; no, ni podemos rendir Adoración con nuestras gargantas por
cantar. Todo lo que viene de la carne "para nada aprovecha." Dios no
tiene "nada de respeto a éso," y es laborar en vano. Cristianos
protestantes estarán de acuerdo con nosotros en lo que decimos sobre mirar
fijamente en sacramentos, o el humo del incienso; excepto lo que los otros
sentidos de la carne? ¿Qué sobre las orejas y las gargantas? Todas las iglesias
parece ser "música enojada"; y, lo que con coros" 1.000
fuertes," y "vendas del cordón," "solos," y
"coros," y "antífonas," y el nuevo "Evangelio de la
Canción," hemos tropezado con un tiempo cuando la "carne" parece
sostener oscilación universal en lo que todavía retiene el nombre de Adoración.
¡Pero ay por todo esto! "para nada aprovecha." Este
diluvio esta adelantando lado por lado con otro, del que el lamento es
"Ser llenos del Espíritu." Pero la "Palabra de verdad" esta
mal dividida. Porque una parada llena es puesta después de la palabra Espíritu: y así esto no es notado, si somos
llenados por el Espíritu, esto se verá en el efecto: [viz]., "Hablando
entre ustedes mismos son salmos, e himnos, y canciones espirituales, cantando y
alabando al Señor en sus corazones (no en sus gargantas meramente: y esto, no
en cualquier congregación publica, sino) al Señor." no es en una
"oreja por música" ésos lo que se quiere, pero un corazón por música.
De este título de la vieja naturaleza nosotros aprendemos eso "la carne para
nada aprovecha." Esta verdad solemne es fundamental para el Cristianismo':
mientras lo opuesto es fundamental religión. Religión tiene que ver con la
carne: Cristiandad tiene que ver con Cristo y la nueva naturaleza (la cual es pneuma-Christou o Christ-Spirit). Pero tendremos más que decir sobre esto más tarde. Esta
vieja naturaleza es llamada más adelante.
2.) "El Hombre
Natural." Y decimos que "el
hombre natural no percibe las cosas del Espíritu de Dios: porque para ellos son
tonterías: ni puede saberlas porque se han de
discernir espiritualmente" (1 Cor.2:14).
En la estructura de esta porción de 1 Corintios, verso 14 está
de pie en correspondencia con el verso 8; que nos dice que "ninguno de los
príncipes de este mundo conoció la sabiduría de Dios," [i.e]., el gran Secreto-el
Misterio- para esta sabiduría "oculta" en Dios (Ef. 3:9), y ningún
ojo alguna vez lo había visto, U oreja lo oyó. Y aun cuando ahora ha sido
"revelado" (1 Cor. 2:10), el hombre natural no puede conocerlo,
porque esta sólo se ha de discernir por el espíritu, o la nueva naturaleza
dentro de nosotros, creada e ilustradada por el Espíritu Santo. Ésto es
conclusivo acerca del carácter, poder, inclinación y condición de "el
hombre natural"; el cual significa hombre por naturaleza, como el es nacido
en el mundo. Entonces más allá, el es llamado
3.) "El Viejo Hombre
" Y que sobre él? Él, decimos
"es corrupto según las lujurias engañosas" (Ef. 4:22). El viejo
hombre está lleno de deseos o lujurias. Estas lujurias son engaños y engañosas.
Están en todas las cosas contrarias a Dios, contrarias a Su Espíritu, y a Su
Palabra; y a la nueva naturaleza, el espíritu, una vez implantado dentro de
nosotros. En esta conexión es llamado:
4.) "El Hombre
Exterior"; como sea que se vea,
y eso que realmente perece (2 Cor. 4:16), y ésto es "día por día."
Ésto nos dice que tanto como estamos en la carne, debemos sufrir esta
"carga": y que ninguna ordenanza conectada con aquello que perece,
puede ser de cualquier provecho sobre ese dominio donde todo es, y debe ser
espiritual; [i.e]., del Espíritu.
5.) "El
Corazón" [i.e]., el corazón natural, el cual es "engañoso sobre
todas las cosas, y desesperadamente malo" (Jer.17:9), tan engañoso que
constantemente engaña y nos traiciona: tan engañoso que ninguno sino solo Dios
puede saberlo verdaderamente. El Señor Jesús tuvo algunas "enseñanza sobre
el corazón" del hombre natural en Mateo 15:19. "Fuera del corazón proceden los malos
pensamientos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios,
blasfemias."
Las iglesias hablarían de "un cambio de corazón";
pero, nunca es cambiado. Un "corazón nuevo" debe ser dado. Hablarían
de mejorar el corazón del hombre (o su naturaleza): pero no se puede mejorar el
viejo corazón; y el corazón nuevo no necesita ser mejorado. Espiritistas y
Teosopistas hablarían de "lo sagrado en el hombre"; y mostrar cómo
este "viejo pensamiento en que el Este, la cuna de toda filosofía, penetra
las religiones del Oeste." Ésto es verdad también, como un hecho: pero es
la mentira de Satanás, contra el que esta opuesta la verdad de Dios. Aun el
hombre en tiempos esta obligado a confesarlo; y posee todo su esfuerzo por
mejorar "el corazón" del hombre final en fracaso. Otro nombre dada a
la vieja naturaleza en la Palabra de Dios es:
6.) "La Mente Carnal." Este aspecto de la vieja naturaleza es aun más serio que los
otros. Ellos relatan más bien a actos, y condiciones, y carácter; pero ésto
relata a pensamientos; a las actividades mentales, y razonamientos e
imaginaciones del hombre natural (Rom. 8:7). Estos son el opuesto de los
pensamientos de Dios fueran manifestados de viejo. "Cada imaginación de los pensamientos de
su corazón era sólo malo continuamente" (Gen. 6:5). Y Dios ha declarado,
aun de esta mente de la carne, que "Mis pensamientos, no son vuestros
pensamientos, ni mis caminos vuestros caminos" (Is. 55:8).
"La mente carnal" significa, como se muestra en
Romanos 8:7, "la mente de la carne" [phronema
sarkas], como es llamada en el noveno
Artículo de la Iglesia de Inglaterra, que declara que "El pecado original
no esta de pie en los seguidores de Adán (como los Pelagians hablan vanamente);
pero es la falta y corrupción de la naturaleza de cada hombre que naturalmente
es engendrada del vástago de Adán; con que el hombre está muy lejos de su rectitud
original, y está de su propia naturaleza inclinado al mal, de manera que la
lujuria de la carne siempre es contrario al espíritu; y por consiguiente en
cada persona nacida en este mundo, él merece la ira y condenación de Dios. Y
esta infección de la naturaleza queda, en ellos que son regenerados; con que la
lujuria de la carne, llamada en el Griego [phranema sarkas] la cual algunos
exponen la sabiduría, algunos sensualidad, algunos el afecto; algunos el deseo,
de la carne, no esta sujeta a la Ley de Dios. . . El Artículo así está de
acuerdo con las declaraciones categóricas de la Palabra de Dios, que declara
(Rom. 8:7,8) que esta "mente carnal" es "Enemistad contra
Dios". "No esta sujeta a la ley de Dios, ni de hecho puede sujetarse."
Y "no puede agradar a Dios."
La "mente" es la fuente de los pensamientos: y los
pensamientos son la fuente de las acciones.
"La mente carnal," por consiguiente, es esa parte de la carne
el cual pensamiento y sus pensamientos siempre son contrarios a Dios, y tiene,
como las palabras concluyentes del Artículo (citado) declara, "la
naturaleza del pecado."
7.) Ésto nos trae al último de los nombres dados a la vieja naturaleza en la
Escritura, "Pecado." Debemos distinguir entre "pecado," y
"pecados." "Pecado"
es la raíz; "pecados" son los frutos. En Romanos 1:16 al capítulo
5:11, es "pecados," considerado como el resultado de la vieja
naturaleza, la cual trata de; y mostramos cómo se guardan, y cómo Dios puede
ser, y todavía ser Justificador del pecador quien es salvo en principio de fe
en lugar de principio de ley.
De Romanos 5:12 a 8:39, es "Pecado" que se trata de:
la vieja naturaleza. Porque, aunque se justifica al pecador en Cristo, todavía
alimenta el funcionamiento de la vieja naturaleza y experiencias del conflicto entre
aquello, y la nueva naturaleza. El objeto de esta sección es enseñarnos que
aunque todavía vemos los frutos, estamos para mirar al viejo árbol como si
hubiera muerto, y contar que estamos muertos en la muerte de Cristo. Ningún
cambio se ha producido. La raíz todavía queda. El cambio está en nuestro lugar
ante Dios. Estamos de pie ahora en un avión diferente: "caminamos por
fe"; y por fe contamos eso, aunque la carne está en nosotros, no estamos
"en la carne"; y, a pesar de los frutos que de vez en cuando vemos,
creemos en Dios cuando El nos dice que el árbol, en Su vista, esta condenado.
Ha sido introducido en un nuevo injerto; que sólo puede producir "frutos a
Dios"; mientras todo lo que produce la vieja acción (bajo el injerto) está
sin valor, y es cortado como tal por la mano del gran jardinero. Somos Su
"agricultura" El une en nosotros la nueva naturaleza; y le creemos
como El nos dice que todas las obras maravillosas lo cual Él ha forjado.
CAPITULO II
EL CARÁCTER Y EL FIN DE
LA VIEJA NATURALEZA
Habiendo considerado los variados nombres dados a la vieja
naturaleza en las Escrituras, venimos ahora a ver qué es lo dicho sobre la
naturaleza misma, y su fin. La primera cosa que aprendemos es:
1.) No puede ser
cambiado. "Lo que es nacido (o, engendrado)
de la carne, carne es," y el resto de la carne. Ninguno sabe que poder
puede volverlo en espíritu. Los hombres hablan de un cambio de naturaleza; pero
sólo lo hablan. Esto no altera el hecho. Los hombres nunca se cansan en su
esfuerzo por mejorarlo; pero constantemente ellos reciben amargas desilusiones:
ellos muestran continuamente el hecho que ni la educación ni la religión pueden
alterar al vieja naturaleza, o impartir
una nueva. La carne puede ser muy cultivada. Hay la refinada "deseos de la
mente," así como la tosca "lujurias de la carne" (Ef. 2:3): pero
ellas están igualmente "apartadas" (5:13) de Dios; y aun bajo Su
"ira" (5:3).
La carne puede ser muy religiosa. De hecho, estos dos van bien
juntos: porque religión consta de ordenanzas, ritos y ceremonias. Está de pie
en comidas y bebidas. Crece en votos, y prendas, e insignias. Todos éstos están
en los exteriores, y están para la carne. Todos éstos están dentro de los
poderes de la carne. Puede observar días, y fiestas, y ayunos (Col 2:16,20,21;
Rom.14:5,6). Se deleita en "Reglas para el diario vivir." Se deleita
en "ordenanzas." Todos éstos ministran para la carne: y, carne
religiosa "toma a" estos, solo carne irreligiosa "toma"
vicio. Del peligro de cualquiera así llamado servicio religioso en el que hay
cualquier cosa que ministros para la carne, o donde se le constituye provisión.
Música extasiante, anécdotas del corazón roto, apelaciones fervientes, todo
éstos pueden hacer los que pueden ser llamados "convertidos": pero no
puede guardarlos cuando los hace. Ésto es por qué tal preocupación concerniente
es manifestada acerca de cuantos de tales "convertidos" pueden
"pararse". Ellos se pararían por semanas, o meses, o años; pero nunca
representaran eternidad.
Todas estas cosas exteriores "perecen con el uso"
(Col.2:22). Nacen de la carne. Sólo "Lo que es nacido (o, engendrado) del
Espíritu es espíritu" (Juan 3:6).
"Cualquier cosa que Dios hace, será para siempre" (Ecl.3:14);
y: "Cada planta que mi Padre celestial no plantó, sera desarraigada"
(Mateo 15:13). Estas palabras fueron habladas por el Señor a aquellos cuya
religión era de la carne, y consistió en lavados y hacer oraciones; a aquellos
que honraban a Dios con sus labios, y supuesto a lo que el hombre estaba
destinado hacer. Ellos estaban hablando acerca de los "Escribas y
Fariseos, que eran de Jerusalén," el lugar de las observancias religiosas
(5:1): y ellos están hablando hoy a todos quienes "enseñan por doctrinas
los mandamientos de los hombres" (5:9): quienes hacen hombres religiosos
obrando en los alimentos de la carne: y buscan hacerlos santos diciendo
"No toques, no gustes, no ases" (Col.2:21): que "lo cual viene
del exterior del corazón"; como si uno poseyera un poder sobrenatural que
podría influenciar al otro. ¡No! no se puede cambiar la naturaleza del viejo
hombre. "No está sujeto a la ley de Dios, ni tampoco puede
sujetarse." Esto para siempre establece la importancia para todos que está
sujeto a la Palabra de Dios en Romanos 8: 7.
Cuándo una vez este hecho es realizado, llega a ser imposible
para nosotros orar "Hace limpio nuestros corazones dentro de
nosotros"; porque, la pregunta naturalmente se levanta, ¿cuál
"corazón"? ¿El viejo, o el nuevo? Si es el viejo, este no se puede
limpiar. Si es el nuevo, éste necesariamente no se limpia. David pudo decir,
"Crea en mí un corazón limpio, 0h Dios": pero que esa es una cosa muy
diferente. Un corazón recientemente creado esta muy opuesto de hacer al viejo
corazón limpio. Este simple hecho y verdad de la Palabra de Dios es una hacha puesta
a la raíz de todo el moderno "limpio corazón " enseñanza de aquellos
que, aunque justificados por gracia, buscan ser santificados por obras. ¿Todo
aquel que viene bajo la reprobación de Gálatas 3:3, "¿Tan necios sois?
([i.e]., poco inteligente) ¿habiendo empezado por el Espíritu (o la nueva
naturaleza, esta ya siendo hecha perfecta (o, perfeccionandolos a ustedes
mismos) vais ahora acabar por la carne? Es la gran doctrina de las dos
naturalezas en el hijo de Dios que corrige toda esta enseñanza del día
presente, que lleva así a muchos en alma con problemas. En lugar de ver en el
conflicto que ellos lamentan, la misma
tierra de toda convicción, ellos están buscando librarse de todo por intentar
lograr aquello que es completamente imposible, por limpiar y mejorar la vieja
naturaleza. Sobre toda tal enseñanza y tales esfuerzos, la muerte dobla peajes
la solemne frase: "DE HECHO NO PUEDE SER"
La segunda cosa que aprendemos es
que tiene solo un final:
2.) Su Final Es Muerte. La carne, y todo lo que pertenece a él, su religión y su
iniquidad, su virtud y su vicio, todo finaliza en muerte. Todo es por tiempo, y
no por eternidad. "En Adán todos
mueren" (1 Cor.15:22). "La mente de la carne es muerte"
(Rom.8:6). Siendo conectado con el cuerpo, es llamado "este cuerpo de (o
establecido para) muerte" (Rom.7:24). Nada más que muerte puede ser el fin
de todo lo que es de la carne. Nacido de la carne. El "primer Adán"
fue hecho del polvo de la tierra, y polvo para todos sus descendientes
"retorno" (Gen.3:19).
3.) El tercer hecho fluye del segundo: "Él que siembra para
Su Carne De la carne segara Corrupción" (Gal.6:8). Todo esfuerzo por mejorar la carne, toda provisión hecha para la
carne, toda ordenanzas conectadas con la carne, todo finaliza en corrupción y
muerte: todo "perece con el uso" (Col.2:22). Pero nuestro tema tiene
un lado más feliz y más bendito. Hay tal cosa como la nueva naturaleza, como lo
veremos en nuestro próximo capítulo.