¿QUIEN ES ESTE MELQUISEDEC? #35
La Guerra Entre las Dos Naturalezas
13 de Enero del 2000
Desde hace un par de semanas hemos
examinado la diferencia entre las dos naturalezas de las cuales Jesús habló en
Sn. Juan 3:6
En Juan 3:6 leemos, "Lo que es nacido de la carne; carne es, lo que
es nacido del espíritu; es espíritu." Ésto habla de las dos naturalezas, de la carne y del
espíritu. Por las pasadas semanas hemos examinado las características de estas
dos naturalezas.
Esta mañana yo quiero mostrarles el
conflicto entre las dos naturalezas.
Ahora, nosotros primero empezamos a
mirar en la naturaleza del hombre porque examinamos un pensamiento de hermano
Branham acerca de la gran decepción en el tiempo del fin cuando el mundo entero
será engañado excepto el elegido sera salvo.
Nosotros encontramos que las
personas serán engañadas esto es porque ellos quieren ser engañados. En el
Libro de Jeremías 5:30 leemos, Cosa espantosa y fea es hecha en la
tierra; 31 los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por
manos de ellos y mi pueblo así lo quiso. ¿Que pues, haréis, cuando llegue el
fin?
Entonces empezamos a examinar esta
naturaleza en el hombre que querría decepción. Nosotros primero examinamos las
características en la vieja naturaleza, o el hombre natural y encontramos que
las Escrituras refieren a esta naturaleza en varias maneras.
Ahora, para entender mejor esta
guerra que es produce dentro del verdadero Nacido de nuevo Hijo o Hija de Dios,
volvamos a Sn. Juan 3:6 de nuevo y leamos, "Lo
que es nacido de la carne, carne es; Y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es."
Aquí, vemos al Señor Jesús enseñando
una doctrina fundamental. Pero el hombre natural no lo recibirá.
1 CORINTIOS 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios;
porque para el son locura, y nos la puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
Aquí vemos tres características del
hombre natural, o el hombre que no ha nacido de nuevo. Estas tres
características se encuentran en cada hombre que no ha nacido de nuevo. Y estas
son:
#1) El no puede recibir las cosas de
Dios.
#2) Porque las cosas de Dios son
tonterías para él.
#3) Porque él sólo no puede
entenderlos.
Ahora, ésta es una condición triste
encontrar en sí mismo. No pudiendo entender las cosas de Dios y por
consiguiente esas cosas de Dios parecen bastante tontas y porque parecen
bastante tontas ellos no quieren hacer nada con ellos. Por consiguiente, la
conclusión es, que en el fin, ellos lo rechazarán.
Ahora, éso es lo que el hombre
natural tiende a mirarlo.
Permitame ahora, repasar las
características del hombre natural, el hombre que no ha nacido de nuevo.
En Juan 3:6 este hombre natural es llamado la carne. Jesús dijo, "Lo que es nacido de la carne es carne." Y acerca de esta Carne, Jesús dijo en:
JUAN 6:63 El Espíritu es el que da vida, la carne para nada aprovecha, y las
palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
En ROMANOS 7:18, Pablo dijo, Y yo se que en mi, esto es en mi carne, no mora el bien, porque el
querer el bien esta en mi, pero no el hacerlo.
De nuevo en Efesios 4:22 Pablo nos dice que el "Despojaos del viejo hombre que esta viciado conforme a
los deseos engañosos"
En 2 Corintios 4:16 Pablo lo llama "El Hombre Exterior" que realmente perece día a día.
En Jeremías 17:9 es llamado el corazón natural, que es "engañoso sobre todas las cosas, y
desesperadamente malo," tan engañoso que constantemente nos traiciona y nos engaña, y
tan engañoso que solo Dios puede conocerlo verdaderamente. Jesús dijo, en Mateo 15:19. "Del corazón proceden los malos
pensamientos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios,
blasfemias."
En Romanos 8:7 leemos, Por cuanto los
designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la
ley de Dios, ni tampoco pueden, 8 y los
que viven según la carne no pueden agradar a Dios, 9 Mas vosotros no vivís
según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en
vosotros. Y si alguno no tiene el espíritu de Cristo no es de el, 10 Pero si
Cristo esta en vosotros, el cuerpo en verdad esta muerto a causa del pecado,
mas el espíritu vive a causa de la justicia.
La "mente" es la fuente de
nuestros pensamientos y nuestras acciones. Por consiguiente, es esa parte de la
carne la cual piensa y su pensamientos siempre son contrarios a Dios, y tiene
"la naturaleza del pecado."
Gálatas 6:8 "Porque el que siembra para su
carne, de la carne segara corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del
Espíritu segara vida eterna". Todo esfuerzo por mejorar la carne, toda provisión
hecha para la carne, toda ordenanza conectada con la carne, todo termina en
corrupción y muerte: todo "perece con el uso"
ROMANOS 8:13 Porque si vivís conforme a la carne,
moriréis:
Y ése es el resultado de andar en la
carne y vivir en la carne, porque hay una única promesa para aquellos que vive
y andan en la carne y ésa es muerte. Ésa es su expectación que Ud. sabe
recibirá ciertamente. MUERTE
Ahora, también examinamos las
características del que ha nacido del Espíritu.
Leamos de nuevo lo que Jesús dijo en
Sn. Juan 3:6 Jesús dijo, "Lo
que es nacido de la carne es carne, y lo que es nacido del espíritu es
Espíritu." En otras palabras, lo que es nacido de la carne permanece carne. Y lo que
nace del Espíritu es Espíritu y permanecerá espiritual.
Ahora, recordemos las
características que definen e identifican al hombre que ha nacido o deberíamos
decir un renacido en su espíritu, miremos varias escrituras que refieren a este
hombre nuevo.
Primero; es llamado "Espíritu."
Ésto está en contraste con, y oposición a, la "carne," como
el título de la vieja naturaleza: y es llama así porque es nacido o engendrado
del Espíritu Santo (Juan 3:6).
Ahora miramos en el espíritu en
contraste a la carne. Ésto es algo que le sucede al espíritu que está en el
hombre. Entonces es algo que pasa dentro del hombre, o debemos decir que
empezamos una nueva creación dentro del hombre.
Ahora, sabemos que el nuevo
nacimiento habla de como Jesús dijo aquí, Lo que es nacido DEL ESPÍRITU (el
Espíritu Santo) debe ser espíritu, porque cada semilla debe manifestar de su
propio tipo, o naturaleza. Entonces si Ud. ha nacido de nuevo por el Espíritu
del Dios Viviente, Ud. recibirá la misma naturaleza del Dios Viviente en su
ser. Y entonces si su Padre es Santo, porque Él es llamado el Espíritu Santo,
entonces si Ud. ha recibido Su Vida de la semilla y por consiguiente Su
naturaleza en su ser mortal, entonces Ud. no puede ayudar a vivir Santo.
Este espíritu nuevo dentro de usted
comparte de la naturaleza del Espíritu Santo:
Esta nueva naturaleza nueva, es
entonces una naturaleza divina porque él es de una naturaleza de Dios nacida en
usted por el Espíritu de Dios.
Es llamada la Naturaleza Divina en 2 Pedro 1:3-4.
Ésto es por qué se dice ser
"perfecto," e incapaz de cometer pecado. 1 Juan 3:9 leemos, "Cada uno que ha sido engendrado de Dios no
produce pecado [incredulidad], porque Su simiente [la naturaleza de Dios permanece] en él: y
él [el hombre nuevo] no puede
pecar porque de Dios él (o, él) ha sido
engendrado." 1 Juan 18, 19,
El Nuevo Hombre Ef. 4:24; Col. 3:10.
"La Nueva Creación " (2 Cor. 5:17; Gal. 6:15). Y se dice ser "según la imagen del que lo
creó" (Col. 3:10).
"El Hombre Interior" (Rom. 7:22; 2 Cor. 4:16; Ef. 3:16). Ésto está en contraste con
"el hombre exterior" que perece día a día, mientras este "se
renueva día a día en el hombre interior"
En Efesios 3:16, se da "el hombre interno," en
lugar de perecer, se nutre constantemente y se llena día a día con gracia y
fuerza por el Espíritu Santo; de manera que Cristo así mora en el corazón por
la fe (Ef. 3:16);
Los deleites del hombre interior en
la ley de Dios (Rom.
7:22). El otro
"no está sujeto a la ley de Dios" (Rom 8:7). De, el conflicto entre ellos, que
deben seguir hasta la muerte termina el forcejeo. ¡Ésto es lo que causó al
Apóstol Pablo (y todo los que tienen fe preciosa) clamar fuera, "!Miserable
de mi! ¿quien me librarará del cuerpo de esta muerte," o, como en el margen de este cuerpo
de muerte. Lo genitivo, "de muerte," es
probablemente lo genitivo de relación, como en Romanos 8:36, donde el
griego "oveja de matadero" significa, y se da por "oveja
para la, (fijada para) matanza." Así aquí, "el cuerpo de muerte"
es el "cuerpo fijado a muerte" (Rom. 5:12; Heb. 9:27): y el lamento es, "¿quien me librará de esto?" y la respuesta triunfante es, "Doy
gracias a Dios a través de Cristo Jesús nuestro Señor" (Rom. 7:24). El próximo verso nos amuebla con otro título.
La Mente (Rom. 7:23,25). La palabra aquí usada para "la mente" es [nous]
y denota la nueva naturaleza, como también es usado en el capítulo 7:23,25. Se
usa en contraste con "carne" (como
"espíritu" es), porque denota que es interior e invisible. Esta
"mente" sirve a la ley de Dios (Rom. 7:25) y se deleita en él (5:22). De, "la ley de la mente" es
puesta para "la ley de Dios" en el verso 23.
Otro título es pneuma-Christou; Christou
espíritu, o Cristo-Espiritu (Rom.
8:9). No hay
ningún artículo en el griego. Éste no es otro nombre para el Espíritu Santo. No
es él un espíritu separado o distinto del Espíritu Santo, porque el
"espíritu de Cristo," como hombre, no hay ningún otro espíritu de
Cristo. Pero este pneuma-Christou es la nueva naturaleza que nos hace
"hijos de Dios" como El es "el Hijo de Dios." En Gálatas
tenemos instrucción más amplia acerca de la enseñanza de los Romanos; y en Gálatas 4:6 tenemos la explicación de Romanos 8: "porque son hijos, Dios nos ha enviado al
[pneuma] de Su Hijo en sus corazones, el cual clama, Abba, [i.e], Padre." Pneuma-Cristou es por consiguiente
otro nombre para el "espíritu del hijo" que tenemos en Romanos 8:15: no "el espíritu de adopción," como en A.V.,
pero "un hijo-espíritu," el [pneuma].
Así, la nueva creación dentro de
nosotros es llamada pneuma-Christou, porque "el Espíritu Santo Mismo da
testimonio con nuestro espíritu (o nueva naturaleza) que somos hijos de Dios;
y, si hijos, entonces herederos, herederos de Dios y co-herederos con Cristo (Rom. 8:16,17). Se puede decir en verdad: "Ahora
si cualquier hombre no tiene el pneurna-Christou (o la nueva naturaleza) no es
de el" (Rom. 8:9). Porque Cristo el Hijo de Dios, y
todos los hijos de Dios poseen el don precioso o un "espíritu del
hijo." Éso es por qué es llamado pneuma-Christou, o Cristo-Espiritu.
Siendo Hijos de Dios: con Cristo, somos entonces "herederos también; no los
herederos solo de Dios, sino de Cristo co-herederos; si así es que sufrimos
juntos, que seamos glorificados juntos también" (Rom. 8:17). Es llamado pneuma-Christou; porque es la señal y sello que es
Cristo-Espiritu, y por consiguiente un hijo-espíritu; porque "a quienes él
conoció él predestino también para ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo,
para que pueda ser el Primogénito de entre muchos hermanos" (Rom. 8:29).(Juan
1:12; 1 Juan 3:1-3). Su justicia perfecta (Fil.
3:9). Su santidad (1 Cor. 1:30). Su paz (Fil. 4:7). Los propósitos confidenciales de su
Padre (Ef. 1:9). El amor de su Padre (1 Juan 3:1). Su cuerpo de la resurrección gloriosa (Fil. 3:21). Su venida en gloria (Rom. 8:17; Col. 3:4; 1 Juan 3:2). Él Mismo (1 Tes. 4:17).
Y todo ésto porque Dios ha creado
dentro de nosotros una nueva naturaleza, que es llamada pneuma-Christou. Pero,
entretanto, aquí en la tierra, es nuestro privilegio compartir Su rechazo. "Por
eso el mundo no nos conoce porque tampoco lo conoce a el" (1 Juan 3:1).
"Pues
tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con
la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Rom. 8:18). Este orden de las palabras griegas
nos muestra donde el énfasis es puesto, aunque el inglés del A.V. se lee más
fácilmente. El hecho de nuestro rechazo para un mundo religioso, y para una
iglesia mundana, debe ser para nosotros el sello bendito de que somos los hijos
de Dios, y por consiguiente participes del Cristo-Espiritu, o la nueva
naturaleza, que es el don de Dios.
En este mismo verso (Rom.
8:9), y en relación con este nombre por la nueva naturaleza, se le da
ese otro nombre. Es llamado:
Pneuma-Theou, o espíritu Divino (Rom. 8:9,14). El griego es literalmente "espíritu de
Dios." No "el Espíritu" (porque no hay ningún artículo), pero
"el espíritu de Dios"; o, como lo daríamos, espíritu Divino. Es
llamado así porque viene de Dios. Dios es el Creador y Dador de la nueva
naturaleza.
Es "nuevo" en contraste
con el viejo. Es "espíritu" porque está en oposición a la
"carne." Es "interior" en contraste con lo
"exterior." Es "mente" en contraste con el cuerpo. Es
pneuma-Christou o hijo-espíritu, en oposición a un espíritu de esclavitud. Y es
pneuma Theou o espíritu Divino, porque es sobre, de Dios; y es engendrado "no
de sangre" ni de voluntad de carne, ni de voluntad de hombre, sino de
Dios" (Juan 1:13).
Así quienes son engendrados, son, y
tienen el derecho de ser llamados, "hijos de Dios." Los dos versos en
Romanos 8, en el cual se usa este título de la nueva naturaleza (9 y 14), nos
dice todo lo que podemos aprender de este aspecto de él: Verso 9, "Mas
vosotros no vivís según la carne, sino según el pneuma, si de hecho, el pneuma
Theou mora en vosotros" Verso 14,
"Porque
todos los que son guiados por el pneuma Theou, estos son hijos de Dios"
(como en Juan 1:12,13).
ROMANOS 8:13 Porque si vivís conforme a la carne
moriréis, mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis,
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios estos son hijos de
Dios.
GÁLATAS 5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos
también por el Espíritu.
JUAN 6:63 El Espíritu es el que da vida, la
carne para nada aprovecha, las palabras que yo es hablado son espíritu y son
vida.
ROMANOS 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación
hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne
sino conforme al Espíritu 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte.
ROMANOS 8:10 Pero si Cristo esta en vosotros, el
cuerpo en verdad esta muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa
de la justicia.
Ahora, aquí esta el problema. En Gálatas 5:17, leemos, "Porque el deseo de la carne es contra el
espíritu, y el espíritu es contra la carne: y éstos se oponen entre si; para
que no hagáis lo que quisiereis"
De nuevo leeremos este verso de
otras traducciones, NIV
"Porque los deseos de la naturaleza pecadora ese que es contrario al
Espíritu, y el Espíritu qué es contrario a la naturaleza pecadora. Están en
conflicto el uno con el otro, de manera que Ud. no hace lo que Ud. quiere. Pero
si Ud. es guiado por el Espíritu Ud. no está bajo la ley.
Hemos visto eso, aunque las dos
naturalezas moran lado por lado en la misma personalidad, está claro que
tenemos ciertas responsabilidades con respecto a cada una de ellas, bastante
aparte de mandamientos, reglas, regulaciones, y "mandamientos de
hombres."
Nuestra primera responsabilidad es
aceptar la estima de Dios de éso.
Romanos 6:8-11 Y si morimos con Cristo creemos que
también viviremos con el, 9 sabiendo que Cristo habiendo resucitado de los
muertos, ya no muere, la muerte ya no se enseñorea mas de el 10 Porque cuanto
murió, al pecado murió una vez por todas,, mas en cuanto vive, para Dios vive
11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos 5:6 Porque cuando Cristo, cuando aun
eramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Gálatas 2:20, Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo mas Christou-Pneumou vive en mí."
No es cuestión de sentirlo, sino de
creerlo, o Fe. Si somos guiamos por nuestros sentimientos nunca disfrutaremos
de un nuevo nacimiento. El nunca dijo que Ud. lo sentiría, El dijo, que Ud. lo
creería" "La fe viene por el oir, y oír por la Palabra de
Dios" (Rom. 10:17). Dios ha declarado este gran hecho en
Su Palabra (o nunca lo pudieramos haber sabido); oímos esa Palabra; fe lo cree
y se regocija en lo que oye; y cree a Dios, aparte de sentimientos. Por
consiguiente nuestra primera responsabilidad acerca de la vieja naturaleza es
aceptar la estima de Dios de éso, y contarlo (como El lo hace) como haber
muerto con Cristo cuando El fue crucificado.
Nuestra próxima responsabilidad es
que estamos para contarlo como siendo muertos. Porque ¿que bien es éso para
nosotros? Porque en él no hay "ninguna cosa buena."
El nos espera creer que está muerto,
porque El dice que lo está. El mira para nosotros considerarlo como sepultado.
En el hombre natural se encuentran características naturales religiosas y
amables: y el las cultivaría. ¡Pero el hijo de Dios no necesita eso! Y no las
cultivará. Porque, andando según la nueva naturaleza, y guiados por eso, ¿qué
necesidad tendrá por cultivar para la carne? Guiados por eso, tenemos a Cristo
en el lugar de "religión"; y, tenemos "la mente de Cristo."
Esto infinitamente excede a cualquier cosa que alguna vez pudiéramos producir
para cualquier intento de cultivo de la vieja naturaleza. Ésto lleva a...
Nuestra tercera responsabilidad, la
cual es Romanos 13:14 no Hacerle Provisión Para la Carne. Siempre recuerde "la
carne para nada aprovecha" (Juan
6:63). Si
creemos que Su estima nunca buscaremos hacerlo, o forzarlo, hacer cualquier
cosa para Dios, en la manera de Adoración o servicio; nunca trataremos de hacer
cualquier cosa por la vía de reunión la demanda de Dios para justicia.
Recordaremos que toda tal justicia es "como trapos cochinos" (Isa. 64:6). La carne puede ser muy religiosa.
Religión tiene que ver solamente con la carne. Todas sus ordenanzas están
conectadas con la carne. Hay cosas que la carne puede ejecutar. Recuerde,
fueron las personas religiosas las que crucificaron al Señor Jesús. Éso es lo
que la religión hará, cuando es pervertida y mal empleada por la vieja
naturaleza. Eso es por qué Dios dijo, "¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y
victimas, como en que se obedezca la palabra de Jehová? Ciertamente el obedecer
es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los
carneros". (1 Sam. 15:22).
Santiago dijo, "La
religión pura y sin macula delante de Dios es Padre es esta: Visitar a los
huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del
mundo. (Stg. 1:27). En otras palabras, si Ud. quiere
hacer algo religioso, entonces haga actos de misericordia y bondad porque son
más puros y mejor que todos los actos exteriores religiosos de servicio y
servicios; inclinaciones y arrodillarse; cruce y cuentas, y observar días.
Colosenses 2:20-23 Pues si habéis muerto con Cristo en
cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por que como si vivieseis en el mundo os
sometéis a preceptos 21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques, 22
(en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres) cosas que todas se
destruyen con el uso? 23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de
sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo, pero no
tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Col. 3:1-3 Si pues habéis resucitado con
Cristo, buscad las cosas de arriba, donde esta Cristo sentado a la diestra de
Dios, 2 poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra 3 Porque
habéis muerto y vuestra vida esta escondida con Cristo en Dios.
Así somos enseñamos como poseedores
de la nueva naturaleza, a no hacer provisiones para la vieja naturaleza; no
alimentarle nutrición que ella ama; recuerde la historia de hermano Branham
sobre el Jefe indio. El dijo que habían 2 perros belicosos dentro de Él, y el que
mas alimentó fue el que gano.
La vieja naturaleza es llena de
orgullo. Eso es por qué las congregaciones son atestadas donde enseñan lo que
es llamada "práctico"; y ellos le dicen a las personas a
"hacer" ésto o eso (no que ellos lo harán necesariamente); pero
todavía satisfacen a la vieja naturaleza del hombre religioso que ama oír
"mandamiento sobre mandamiento, mandamiento sobre mandamiento" regla
sobre regla, regla sobre regla." Pero ¿para honrar la Palabra de Dios
sobre todos los otros? ¿Magnificar Su Palabra y humillar al hombre? Eso no es
lo que la vieja naturaleza quiere oír. Donde la adoración esta basada en
espíritu y Verdad, las iglesias son abandonadas. Porque ellos odian la luz,
nadie viene a él, para que no se hagan manifiestos sus hechos. Pero donde se
constituye la provisión para la carne; donde hay suficiente música en el coro,
y "cosas hechas para Dios" en el púlpito, allí se encontrará
multitudes. Hay más peligro para el hijo de Dios en las cosas que pertenecen a
la "religión" y a los deseos refinados de la mente carnal, que hay en
la tosca y vulga "lujuria de la carne." El hijo de Dios prontamente,
o tan fácilmente, hace tal provisión para la carne.
Nuestra responsabilidad conclusiva
de la carne que encontramos en Colosenses
3:5 Haced pues morir lo terrenal en vosotros" Ésto parece ser muy extraño al
principio, después de ser dichos repetidamente que nosotros estamos
"muertos con Cristo." Parece práctico también. Pero para una cosa ser
práctica, debe ser factible. Debe ser algo que podamos hacer. La palabra
"haced morir" significa hacer muerte; por consiguiente estamos
tratando como habiendo llegado a estar muertos. Es debido al hecho que morimos
con Cristo, y de hecho, hemos diferido al hombre viejo, y hemos puesto el
nuevo, que estamos por consiguiente en esa "cuenta" los
"miembros" de nuestro cuerpo "también como muertos," y
considerarlos como siendo impotentes, e incapaces de producir cualquier
"cosa viviente," u "obras buenas."
Todas las así llamadas
"buenas" obras hechas por la vieja naturaleza es "obras
muertas." Están forjadas por nuestros miembros que están, en la estima de
Dios, "tan bien como muertos." Sólo aquellas son "buenas
obras" la cuales Dios nos tiene " preparados para caminar en el"
(Ef. 2:10); y las cuales son hechas en la fuerza
espiritual de la nueva naturaleza. ¡Oh! que la estima de Dios sería nuestra:
que, como Abraham, no fuéramos "débiles en la fe" en esta importante
materia; pero fuertes, creyendo en Dios; y así, centrar nuestros afectos en las
cosas que están arriba, donde Cristo esta sentado a la mano derecha de Dios; y
esperar nuestra manifestación con Él en gloria.
EL CARÁCTER Y EL FIN DE LA NUEVA NATURALEZA
Estamos ahora en una posición para
considerar lo que estamos enseñando acerca de la nueva naturaleza misma. Hemos
visto sus variadas mareas y características; y ahora queremos aprender qué es
dicho sobre su carácter y fin.
No puede ser cambiado. En este
respeto es como la vieja naturaleza: "Lo
que es nacido del Espíritu es espíritu," y permanece espíritu (Juan 3:6). Ninguno puede cambiarlo alguna vez
en carne; o alterar su carácter. Es divino en su origen, y perfecto en su
naturaleza (1 Juan 3:9,18). Su origen es el Espíritu de Dios (Juan 6:63). Su instrumento es la Palabra de Dios (1 Pedro 1:22,23; Juan 6:63). No se altera o afecta por
cualquiera de las debilidades, enfermedades, o pecados de la carne. Por esto
somos hechos hijos de Dios; y es el sello para nosotros de que Dios es nuestro
Padre. El don de esta nueva naturaleza, o espíritu, llamado nuestro
"sello" (Ef.
1:13)
Romanos 8:30 "A quienes El predestino para
ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, 5:29] aquellos también llamó: y a
quienes llamó, aquellos también justificó: y a quienes justificó, aquellos
también glorificó." Gracia asegurada para gloria: porque "el Señor dará gracia y
gloria" (Slm. 84:11). Si El da la gracia es la prenda que
El dará la gloria. Debe ser así. El no nos hará "perfectos en Cristo
Jesús" (Col. 1:28) y entonces nos juzgara imperfectos.
El no hará a Cristo ser nuestra justicia y santidad (1 Cor. 1:30) y entonces no nos haga Su propia obra.
Si estamos "completos" en
Cristo (1 Co. 2:10) no podemos llegar a ser
incompletos. Si El dijo, que nosotros iremos a través del juicio, entonces
¿cómo podríamos alguna vez quedarnos detrás?
El misterio era "ordenados por
Dios antes del mundo" especialmente "con una visión para nuestra
gloria" (1 Cor.2:7). Nosotros estaríamos absolutamente
seguros por consiguiente que Su propósito no puede y no fallara; y que acabará
en "nuestra gloria."
Esta nueva naturaleza no puede
perder el derecho- No, aun por pecado: porque aun esta contingencia es
proporcionada en 1 Juan
2:1,2, "Si cualquier hombre peca tenemos un Abogado con el
Padre, Jesucristo el justo, y El es [y permanece] la propiciación para nuestros
pecados." No
somos recordados de lo que hemos hecho, excepto lo que El ha hecho. No estamos
mirandonos a nosotros mismos y a nuestra confesión, sino somos dirigidos hacia
Cristo y Su posición. Nuestros pensamientos no están ocupados con nuestra
humillación, sino con la "propiciación" de Cristo: que esta siempre
ante el Padre; porque Cristo está allí, y nosotros estamos allí en Él.
La nueva naturaleza es "Vida
y Paz" (Rom. 8:6).
Entonces ¿cual es el fin de la nueva
naturaleza? Dará por resultado una Resurrección y Rapto. (Rom. 8:11). Porque, si el pneuma (la naturaleza) de Él que levantó
a Jesús de entre los muerto mora en usted, Él que levantó a Cristo de entre los
muertos harán vivo de nuevo sus cuerpos mortales también a causa de Su pneuma
(o espíritu o naturaleza) la cual mora en usted."
Éste es el glorioso final de la
nueva naturaleza. Como la vieja naturaleza finaliza en muerte y corrupción, así
la nueva naturaleza acabará en rapto o resurrección. Porque "la
paga de pecado es muerte, pero el don de Dios es vida eterna a través de
Jesucristo nuestro Señor" (Rom.
4:23). Uno es
el juicio de Dios; otra es la gracia de Dios. Uno es "la paga" del
pecado; otra es el "don" de la gracia. Este don es posesión, y será
disfrutado, sólo por aquellos a quienes es "dado." El Señor Jesús en
Su última oración declaró que el Padre le había dado poder "para
dar vida eterna a tantos como tú les has dado a él" (Juan 17:2,6,9,11,24). Por consiguiente esta escrito:
"Éste es el registro, que Dios nos dado a nosotros vida eterna, y esta
vida está en Su Hijo. Él que tiene al Hijo tiene vida: y el que no tiene al
Hijo de Dios no tiene vida" (1 Juan
5:11,12). T
EL CONFLICTO ENTRE LAS DOS NATURALEZAS
Teniendo tanto, separadamente, sobre
las características de las dos naturalezas, de Romanos 6-8, tenemos ahora que aprender la experiencia y la doctrina
sobre aquellos como existiendo juntos en una personalidad. Estamos enseñando
esta doctrina principalmente en Romanos
7. Cada hijo de Dios
tiene la experiencia, pero no cada tal hijo sabe la doctrina. Ésto significa
nada más que un problema, confusión, duda y ansiedad. No resta que pueda ser
conocido, no se puede disfrutar de paz a menos que aprendamos por nosotros
mismos de la Palabra de Dios, lo que Su propia explicación es acerca del
conflicto entre las dos naturalezas. La experiencia de ese conflicto es
problemas e inquietudes; y nada más del conocimiento de la verdadera doctrina
acerca de él que puede quitar ese problema; y, no sólo lo quita, sino que al mismo
tiempo nos proporciona la más grande convicción que podamos tener sobre la
tierra que somos los hijos de Dios. La experiencia de este conflicto es una
cosa en que el verdadero hijo de Dios difiere del no más profesor religioso. El
último no sabe nada o del sentido permanente de corrupción interior que esta
experiencia siempre crea. El mismo hecho, por consiguiente, de esta experiencia
del conflicto, es el mejor, y de hecho, la sola real convicción que podamos
tener que somos "nacidos de Dios" (1 Juan 3:9); que somos "hechura suya" (Ef.
2:10); y que
El ha empezado en nosotros esa buena obra el cual El llevará, lleva a cabo,
completo, y perfecto acerca de nosotros (Fil. 1:6). La comprensión correcta de la doctrina acerca de esta
experiencia nos puede traer única paz y consuelo: y a menos que todo deba ser
problema, inquietud, y confusión.
Es este el tema en Romanos 8. Permitanos notar cómo está de pie en la estructura
general de la Epístola. Forma parte de un miembro más grande que empieza en el
capítulo 5:12, y sigue hasta el final del octavo capítulo (8:39). El tema es el
pecado (o, la vieja naturaleza pecadora).
El conflicto entre las dos
naturalezas es comparado a una nave, en el que un nuevo Capitán ha sido puesto
por los dueños. El nuevo Capitán tiene así el orden, y su enemistad a los
dueños es tan grande, que el ha tratado prácticamente el vaso como suyo propio;
y guardó la tripulación en perfecta esclavitud. La tripulación ha sido sometida
a él, nunca han sabido cualquier otra autoridad; o entendido lo que la real
libertad de servicio era. De vez en cuando han oído de eso; ellos han pasado
otros vasos que vieron en seguida eran muy diferentes del suyo propio. Pero,
ahora que el nuevo Capitán está en la autoridad ellos empiezan a encontrar lo
que es la diferencia. El nuevo Capitán, de aquí en adelante siempre tiene el
control del timón y el cargo de la nave. La nave es la misma, la tripulación es
la misma. Aun el viejo Capitán permanece a bordo. El libro de instrucciones que
el nuevo Capitán ha traído a borde dice que el viejo Capitán ha sido juzgado y
condenado: pero la frase no puede ser ejecutada excepto por las autoridades
propias judiciales, cuando alargan puerto. Ellos no pueden ponerlo en tierra, o
tirarlo al mar. Pero, él ya no "controla el timón o guía la nave." El
prueba de vez en cuando mantener la rueda, pero en vano. El tiene éxito a veces
en poner su vieja influencia para crear desafecto entre algunos miembros de la
tripulación; porque él los conoce y su debilidad de su anterior completo control
de ellos. De vez en cuando el soborna o engaña a algunos de ellos en actos de
insubordinación que ellos después profundamente lo pesan. Pero el viejo Capitán
no puede tener "papeles de la nave." Están puestos ahora bastante
fuera de su alcance, donde el no puede tocarlos. El no puede conseguir alterar
el curso de la nave; o cambiar el puerto para el que hace ahora. El no lee el
libro de instrucciones; y si lo mira, el no lo entiende (1 Cor. 2:14). La compañía de la nave era una vez su ejecutivo, y llevaba
a cabo sólo su voluntad: pero no hay ahora ninguna obligación para cualquiera
de ellos en obedecer sus órdenes, o reconocer su autoridad. Ellos están sueltos
de éso; y de aquí en adelante ellos están bajo las órdenes del nuevo
Comandante. Ellos están a "cuenta" del viejo Capitán como ya
condenado; y la frase sólo aguarda ser llevada a cabo. Acerca de su poder sobre
ellos, están para contarse ellos mismos "tan bueno como muertos"
hasta ahora cuando el es concernido.
Este es el argumento de Romanos 6:17-19. "Pero gracias sean a Dios que [a través R.V. considerando] aunque erais esclavos (o atados-sirvientes) del pecado, habéis obedecido de
corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados (18) y
libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia (19) Hablo como
humano, a causa de de vuestra debilidad humana, que así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad,
así ahora para santificación, presentad vuestros miembros para servir a la
justicia"