LA OBRA MAESTRA No. 3

El Río de Vida

Sábado, 30 de abril de 2005

Rev. Brian Kocourek

 

Apocalipsis 22: 1 Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.

 

Por varias semanas pasadas hemos examinado la oración de apertura del Hermano Branham de su sermón, LA OBRA MAESTRA 64-0705 pp. 2 Cuando el Hermano Branham empezó su oración él habló de la Fuente inagotable de Vida del cual hemos entrado en un estudio de esta Gran Fuente de Vida, por varias semanas pasadas. En nuestro estudio hemos mostrado esta Gran Fuente de la Vida de Dios existió en una existencia solitaria en Dios por una eternidad en el pasado. Entonces Dios empezó a producir esta Vida de Dios en manifestación cuando trajo a Su Hijo.

 

Cuando seguimos esta Vida de Dios bajo la corriente de la Vida o el Río de la Vida, nosotros tenemos un cuadro bello de un Padre y Su linaje.

 

EL FUTURO HOGAR 64-0802 PG: 56 Fíjense, el Río de la Vida, quizás muchas pequeñas corrientes formándolo. Ahora, en esta tierra… (Voy a terminar en unos cuantos minutos) En esta tierra… (Oh, simplemente voy a parar. Eso es cuantas notas más tengo, como treinta paginas ahora. Si miren) En este--en esta vida, yo nunca he visto nada tan mitigante como el estar en las montañas y encontrar, como prediqué sobre eso la otra noche, esa corriente borboteando, su recurso que da vida. Uno estaría cansado y sediento, caería junto a un buen arroyo adonde los gérmenes no pueden ir, muy abajo a centenares de pies en la tierra, está borboteando agua pura, genuina y que da vida. Nosotros apreciamos eso. Eso es pequeño.

 

Ahora, yo quiero pintarles en su mente esta Gran Fuente de Vida la cual estaba en Dios. Ahora, si cualquier cosa viva tiene que multiplicarse. Las células que están vivas se multiplican así mismas, y las células que no están vivos no se multiplican.

 

Ahora, en el Libro de Génesis la que es llamada el Libro de los principios o más precisamente el capítulo de la semiente de la Biblia, muestra cómo la Vida tiene que venir.

 

Fíjense en el Capítulo 1 y el versículo 3, la primera vez que Dios habla hay Luz, y  en aquel tiempo Dios divide la Luz de la Oscuridad.

 

La segunda vez que Dios habla produce agua y divide el agua de sobre las aguas de abajo.

 

Fíjense las primeras dos veces que Dios habla hay separación. ¿Por qué? Porque a menos que se tenga una división de células no se puede tener una multiplicación de la Vida. Por lo tanto, Dios quien es Vida, no podía separar esta Vida de El mismo sin dividir esta Célula de la Vida en Célula de la Palabra primero en Su Hijo, y luego en los Hijos.

 

De manera que vemos los dos elementos más esenciales para mantener la vida son la luz y el agua. Y así que Dios primero pone la atmósfera para la Vida, produciendo la luz y luego el agua. Ahora, entonces les pregunto, cuán bueno habría sido para Dios producir la vida si no hubiera una atmósfera para sostener esa vida.

 

Por eso si fuera necesario para Dios crear la atmósfera correcta para sostener la vida antes de impartir la Vida, entonces cuánto más deberíamos ser conocedores que la atmósfera es más importante si estamos para sostener nuestra Vida cristiana y caminar.

 

Muchas iglesias no entienden este principio y en lugar de trabajar sobre la atmósfera en la iglesia, salen con celo para traer otros al redil y ellos terminan trayendo en confusión y conflicto.

 

La iglesia primero debería enfocar sobre su atmósfera y una vez que esa atmósfera es establecida, entonces deberían compartir la Vida de Dios que es la palabra Ungida para otros. Entonces ellos pueden traerlos a un lugar que nutrirá y mantener la Vida de Dios lo que está en ellos.

 

En 1 Juan 1: 1 leímos, Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida; Fíjense aquí que la Palabra es llamada el Verbo de Vida. 2 (porque la vida fue manifestada, (¿qué fue manifestado? El dijo que la Vida fue manifiesta y todavía este mismo apóstol Juan escribe en 1: 14 que la Palabra fue manifestada. De manera que vemos la palabra es Vida, Juan 6: 63 las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.)

 

Y así que Juan continúa, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, (Uds. ven que esta Vida estaba con el Padre, porque El es esa Gran Fuente de vida) y se nos manifestó);

 

3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.

 

Ahora, estuve diciendo, el agua representa la Palabra de Dios. Somos lavados en el lavacro de agua por la palabra. Y somos ordenados en el Libro de Apocalipsis de venir y beber libremente del Río de Vida. Así que la Palabra es Vida y representado en la Escritura por agua.

 

Ahora la luz representa iluminación en la Palabra. Nos dice en Salmos 119 que la Palabra de Dios es una Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Pero también encontramos que las cinco vírgenes fatuas tenían una lámpara pero nada de aceite para encender esa lámpara. Así que el aceite es el Espíritu y en la Palabra, y aquello que alumbra es la Luz de la Revelación, revelando aquello que había estado en oscuridad y la luz brillante sobre esto para hacer manifestar y viendo claramente, la Luz representa la Gran sabiduría y la revelación de Dios. Y esta es la hora que El nos da el Espíritu de sabiduría y la revelación en el conocimiento de El.

 

Noten que fue la Columna de Fuego que bajó en esta hora y produjo una Aclamación. La Columna de Fuego no es Dios sino es el ungimiento sobre El, mostrándonos Su Presencia Shekinah. Iluminando Su Presencia entre nosotros.

 

Ahora, estamos hablando sobre una atmósfera que sostendrá y mantendrá la Vida, y vemos que Dios ha preparado el camino para que venga la Vida.

 

Y cuán bueno sería tener el nacimiento nuevo si nosotros no tenemos una atmósfera para entrar que mantendría nuestra vida nueva.

 

Ahora, esta gran fuente de la Vida de Dios cuando empezó a fluir de Dios mediante Su Hijo y en los hijos, es la corriente de la Vida de Dios, el Río de Vida viniendo del trono de Dios.

 

Ahora, esta Gran Fuente de Vida empieza a moverse y cuando empieza a moverse, (como Dios mismo empezó a traer en manifestación Sus pensamientos, la vida Dios empezó a inundar de la Presencia de Dios. Esto fluyó primero en Su Hijo, como encontramos; Juan 5: 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;

 

PROVERBIOS 8: 22- 36 NIV 1 22 “»Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras. 23 Eternamente tuve la primacía, desde el principio, antes de la tierra. 24 Fui engendrada antes que los abismos, antes que existieran las fuentes de las muchas aguas. 25 Antes que los montes fueran formados, antes que los collados, ya había sido yo engendrada, 26 cuando él aún no había hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. 27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo,

 

 

Así que vemos entonces que Dios mismo había dado a luz a un Hijo. Y entonces recogemos la historia de este río de Vida en Génesis y cuando examinamos esta Vida de Dios viniendo de generación en generación hasta que llegamos a Cristo. Ahora, en esta última hora Dios mismo nos restaura regresando en donde caímos en Edén, al lugar donde Dios empezó todo cuando El sopló en Adán, el Soplo de las Vidas.

 

En el Libro de Génesis que es el Libro de los principios y llamada el capítulo de la semiente de la Biblia, vemos definida la ley de la reproducción.

 

Génesis 1: 11 Produzca cada semilla según su Género. Ahora esta palabra Genero se tradujo de una palabra que significa partir. Por eso:

 

Entonces vemos que Dios empezó a enviar esta Vida de Dios en principio a los hijos con Adán, y luego de generación en generación. El empezó soplando en Adán el soplo de Vida y entonces esta semiente de la Vida de Dios pasó de generación en generación hasta que vemos la semiente saliendo en la última hora.

 

Es en este tiempo cuando Dios ha bajado de la Gloria trayendo con El una Aclamación el cual es un Mensaje, y en el que contiene esta Vida de Dios, porque Jesús Dijo, “Mis palabras son Espíritu y son Vida.” Así que esta Vida Corriente de la Vida de Dios tiene una vez más en esta hora ha venido de los Lomos de la mente de Dios, y ha venido una vez más para hacer la misma cosa que fue pretendido en Adán.

 

Por lo tanto en esta hora Dios una vez más ha avanzado en la escena y sopló en el tiempo del fin al electo el soplo de Dios, así inspirando a la gente mediante el soplo de Su propia Boca.

 

Ahora, mañana por la mañana continuaremos nuestro estudio de este pensamiento sobre esta Gran Fuente de la Vida de Dios, justamente en ese tiempo veremos la Ley de la reproducción y mostrar cómo la misma naturaleza debe dar la Vida, según esta ley de la reproducción, produciendo su propia naturaleza en su simiente.

 

Para encontrar esta ley de la reproducción tenemos que volver al Libro de los Principios o el Libro de la Simiente, que es Génesis. La Misma palabra Génesis tiene sus raíces en la palabra Genes, y podríamos en nuestro idioma inglés pronunciarlo Genes Son, porque todo eso es acerca del Libro de Genes.

 

DIOS IDENTIFICADO 64-0320 P: 3 Mañana por la mañana, yo entiendo, es el desayuno de los Hombres del Negocio del Evangelio Completo. Normalmente ellos tienen un capítulo donde yo tengo el privilegio de hablarles en su desayuno. Hasta este momento, esa es la única organización--que no es una organización... Pero el único grupo que yo--pertenezco es a los Hombres del Negocio cristiano. Y ahora, yo sólo hablo internacionalmente para ellos. Ahora, esta noche, estamos confiando que esta reunión no será en vano. Vendré a ustedes cansado, con una garganta estropeada, y recibir un pequeño bronquitis. He venido de Tucson, donde es muy bueno y seco. Y cuando vengo aquí, y es muy bueno y húmedo. Así que hay realmente un contraste. Si ustedes todos tienen toda el agua aquí, si los enviarían a nuestros los apreciaríamos. Pero no se puede hacer eso, por supuesto. Pero les diré una cosa, hay una parábola allí. Todas nuestras--nuestras--nuestras cosas en Arizona, nuestros árboles están llenas de pegatinas. Todo tiene una pegatina. Aquello es porque es seco. Ahora, si ese mismo arbusto que crece aquí, tuviera una hoja buena encantadora. Ven, ellas están sin agua. Esa es la razón que llega a tener una pegatina. Y cuando la iglesia llega a estar sin el Agua de Vida, se pone seco y también pegajoso: pegajoso y picando a todos. Pero donde las aguas de la vida fluyen, se abre la hoja y lo hace blando, maduro, y dulce, santo, y aceptable por Dios. Así que pueda el Señor Dios regarnos esta noche, que no seremos pegasos—sino seremos hojas finas que las gentes voluntariosas puedan ponerse bajo el árbol de nuestra sombra, y hallar descanso en sus almas.

 

Cuando la Trompeta da un sonido incierto 63-0114 P: 95 Nuestro Padre celestial, yo sé que Tus palabras son verdaderas. No pueden fallar. Son la Palabra de Dios. Son Dios. Y tú dijiste, “al que a mí viene, no le echo fuera.” Y estos hombres y mujeres bajo convicción, sabiendo que ellos no están bien, ellos han caminado hacia adelante esta noche, Señor, para confesar que ellos están equivocados, sabiendo que ellos han sido vibrados mediante el movimiento interior que los golpea para venir a la fuente. Y aquí están ellos parados con sus cabezas inclinadas, y corazones, para beber de las aguas de la vida libremente que ha sido prometido por Dios. Recíbalos, Padre, en Tu Reino. Son Tuyos. Tu dijiste, “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí;” Y muestra que Dios ha dado esto a Cristo por un don de amor. Y aquí están parados, Señor. “Nadie puede arrancarles de Mi mano,” y yo pido, Dios, que los afianzarás esta noche así como ellos están parados aquí, y darles el bautismo del Espíritu Santo mientras están aquí en el altar. Pueda el gran poder de Cristo así saturar sus vidas ahora. Ellos hicieron su confesión. Vienen adelante. Tú dijiste, “todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios.” sabemos esa obra ya hecha. Ahora, Señor, séllalos en el Reino de la promesa del Espíritu Santo. Concede, Señor. Derrama Tu Espíritu en ellos, y llénalos con el Espíritu del Dios viviente, que ellos puedan ser testimonios vivos todos los días de sus vidas para el Reino de Dios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Traducido por Hno. Mario Nina Q. Mayo de 2005 – La Paz Bolivia

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